Desde Madrid

>> viernes, 11 de septiembre de 2009

Hace un par de madrugadas me topé via msn a mi amigo Joaquín. Me dio la segunda noticia más grande desde el nacimiento de Sara, su primera hija.

-El próximo 21 de septiembre vuelvo a Honduras, hermano.

21 de septiembre. Premonitorio, pensé.

Joaco nació en El Progreso, un pueblo costero de centroamérica. Es abogado, fiel heraldo de la defensa de los derechos humanos, y músico, bachatero de corazón. Ahora, y desde hace unos cuatro años, vive en Madrid.

En Tegucigalpa conoció a Yolanda, una gallega que le robó el corazón. Juntos han peleado por los necesitados, por los debiles, por quienes no pueden solos. Yo los admiro. Además, y esto hay que decirlo, con su PHD Joaquín es mucho más humilde que muchos tipos que he conocido que, a lo sumo, tendrán un televisor o un celular del cual presumir.

Las cosas están duras. Como todo el mundo sabe, en la actualidad Honduras vive un momento tan intenso como deplorable. Otra vez un golpe de estado, otra vez una dictadura.

Mi querido amigo sobrevivió a la guerra anterior. Por ser fiel a sus principios sufrió un atentado. Hubo tres chicas muertas ese día. Él es el único que está acá para contarlo.

No lograron intimidarlo. Me preocupa. Me preocupan Sara y Yolanda, pero por sobre todo me preocupa mi propio futuro.

Ahora estoy escribiendo un ensayo. Y lo que digo sé que no le gustará a nadie. Pero es la verdad. Estoy empezando a creer que puedo terminar fusilado por mi próximo libro.

Y las fuerzas se sienten ya escasas.

¿Puedo desistir?

La respuesta es obvia: No.

No desisto porque creo en la vida, porque creo en el arte, porque creo que un mundo mejor es posible. No desisto porque sé que de momento soy parte del problema, pero es mi responsabilidad, como humano, ser parte de la solución. No desisto porque la cupula de la realidad está habitada sólo por una elite financiera que quiere terminar de hacernos esclavos a todos. No desisto porque hay que luchar contra los monstruos. No desisto porque tendría que ser una bendita oveja para cruzarme de brazos y permitir que unos psicópatas que desconocen por completo al hombre hagan del mundo cuanto quieran.

No desisto porque soy anarquista.

Y porque el mundo necesita un héroe. Te necesita a vos. Y a mí. A todos.

En estos momentos, uno de los pocos héroes que posee el mundo, está preparándose para partir desde Madrid hacia Tegucigalpa para enfrentar, una vez más, viejos demonios.

La resistencia es grande en las calles, cuenta él. Espero que su llegada coincida con la primavera de una nueva realidad en Honduras.

Espero que a ninguno nos aguarde la bala de un fusil.

Publicar un comentario

  © Blogger template Webnolia by Ourblogtemplates.com 2009

Back to TOP