Nunca Menos

>> jueves, 24 de marzo de 2011

No comparto la idea. No soy un demócrata tibio y progre del siglo XXI. Soy un anarquista. Pero disfruto las ventajas (pocas, muy pocas) que el sistema me brinda.

En este momento, mi mayor placer es escribir (la verdad, la verdad y sólo la verdad) con toda la tranquilidad que pueda experimentar un hombre. Otros no la experimentaron. Otros escribieron (la verdad, la verdad y sólo la verdad) con plena conciencia de estar colgándose una soga al cuello. Walsh, allá en el 77. Y tantos otros como él.

Dosis de libertad, ningún soma postmoderno, verdaderas herramientas para generar ideas. Dosis de libertad que aprovecho para decir lo que tantos olvidan.

HECHO: En Argentina se cometieron crímenes de lesa humanidad al amparo de la Santa Basura Católica. Los capellanes que estuvieron presentes en las ejecuciones no fueron a auxiliar a las víctimas. Fueron a limpiar la conciencia de los verdugos. "Estos hombres y mujeres están libres de pecado, pueden ir en paz con Dios" decían para consolar a los perros de la guerra de los dictadores.

HECHO: Durante ese período el país estuvo gobernado por un manojo de burros (con perdón de los burros) en todos los aspectos. En todos, excepto en la economía. Ahí, como siempre, se sentaron civiles nefastos que utilizaron las herramientas del país para endeudarnos a todos; para engordar sus propias cuentas bancarias.

HECHO: En nombre de la esvástica por un lado, y de la hoz y el martillo por el otro, se cometieron genocidios a lo largo del siglo XX. Verídico, pero quienes afirman esto debieran recordar que los 30000 desaparecidos criollos fueron sacrificados al dios Mercado en nombre de la Escuela de Chicago, en nombre del capitalismo.

HECHO: La milicada temía no poder evitar la "subversión" cultural. No lo lograron, cosa que aplaudo. Pasamos de la represión de cualquier idea concebida fuera de los torvos límites del establishment a tener matrimonios formados por parejas del mismo sexo, soft porno en canales de aire y remeras del Che para todos. Eso sí, la cultura está destruída en cualquier otro aspecto, pero peor es Videla.

HECHO: En el aspecto económico no fallaron. Lo que se inició con Martinez de Hoz sobrevivió en tiempos de Alfonsín y vivió su luna de miel con Menem. Después vino De la Rúa, los cinco presidentes en una semana y esta era K, que tantos quieren asociar con el primer peronismo.

HECHO: Fue una dictadura fascista. Sin el componente del prejuicio racial, sí, pero el prejuicio racial no es conditio sine qua non del fascismo.

HECHO: La izquierda peronista no era Montoneros. Montoneros no era Firmenich. Firmenich era católico y comenzó su militancia en Tacuara, un grupito fascistoide. Esto último no lo comprobé. Todo lo demás sí.

HECHO: El famoso "pueblo peronista" estaba más cerca de Rucci negociando con el establishment que de Montoneros llamando a la revolución social.

HECHO: El argentino promedio es un cobarde. El primer día les creo la pasividad. En siete años tuvieron tiempo de sobra para matar a los tiranos. Pero no lo hicieron. Lógico, estaban ocupados mirando pulcras señoritas en la televisión.

HECHO: ¿Cómo se enfrenta un tanque de guerra? En China alguien se pararía delante y no le permitiría avanzar.

HECHO: ¿Cómo se dice la verdad? Arriesgando la vida. Walsh lo sabe.

Y tantas otras cosas que nunca se dicen. No hubo dos demonios. Hubo un demonio y una sociedad imbécil. No hubo proceso de reorganización nacional. Hubo una puta tiranía. No hubo juicios. Hubo comedia sin gracia (gracias, Alfonsín, por las leyes de obediencia debida y punto final, me dieron ganas de matarte, así descubrí mi vocación regicida).

La última dictadura es, en esencia, el gran trauma patrio. La patria es una mierda. Nunca más, esta mierda, por favor, nunca más.

Y nunca menos que esto, tampoco. Nunca menos que decir la verdad. O intentarlo.


Diego Nieto | www.unamaldicion.com.ar

Difundir si se considera pertinente.

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